sábado, 7 de junio de 2014

Lo de hoy estuvo bueno








Qué buena estuvo la manifestación. Montón de gente, y muchas estrellas verdes  ondeando por encima de nuestras cabezas. Nunca había visto tanta banderas tricolor, con el azul flojito, juntas. Gente mosqueada, pero sin perder la socarronería, la gracia y la ironía. Un discurso con sabor a ocho islas, y un verseador dando la nota musical. Las improvisaciones de Yeray Rodriguez juntaron las voces de todos, con “que se entere quien se tiene que enterar, no queremos un negocio en nuestro mar.”



Y la gente no paraba de llegar, después de tres horas continuaba llegando la marea humana por León y Castillo. Allí éramos muchos. Muchos los que tenemos claro que no queremos negocios con petróleo en nuestras islas. Ahora toca seguir dando el coñazo, seguir poniéndolo difícil a las empresas y los políticos, seguir siendo muchos, y seguramente hacer un poquito más que hoy.

Una manifestación es solo la puntita de un iceberg gigante, es la parte visible, y la que podemos usar como tirón mediático, motivador y generador de ilusiones. Pero debajo de esa puntita hay mucho, muchísimo más. Llegar a abajito del todo implica una reflexión profunda, a nivel individual y a nivel social, sobre nuestro estilo de vida, nuestros hábitos de consumo, nuestras creencias y convicciones, nuestra cultura… Igual hasta se nos viene el iceberg encima. Pero si no hacemos esto, si no escarbamos un poquito más, nos quedaremos solo con el buen sabor de boca del que participa en algo grande y bonito, y del que se siente bien cuando se va a casa, con el subidón y la euforia de un pueblo unido.

Será un éxito lo de hoy si dentro de dos meses, cuando nos hayan bombardeado por todos los medios y hayan conseguido desviar nuestra atención con un par de catástrofes, con otras tantas barbaridades políticas, con algún caso nuevo de corrupción destapada, la muerte de algún famosillo o con un rey chocheando, aun entonces tengamos la misma fuerza, la misma convicción y el mismo tirón, para montarnos en lanchas, tablas, piraguas o barquillas y llegar hasta las plataformas que nos tienen jincadas en el Puerto de la Luz porque las están reparando o preparando, y joderles la paciencia, y que nos tengan que rescatar a los que estamos medio ahogados, y que se vea al pueblo entero echado al mar impidiendo que trabajen los de Repsol, por ejemplo.

Que en todo estos meses que nos quedan de lucha, pensemos en nuestros orígenes, en lo que significa llevar una bandera con las siete estrellas y lo que implica ser una colonia española, y en cómo en la medida de nuestras posibilidades podemos sentir un poco más el significado de ser Canario. Por ejemplo podemos ir a montarle un pollo a Soria con un montón de CALDEROS, en vez de hacer una “cacerolada”, porque nuestras abuelas nunca usaron una cacerola para hacernos el potaje de berros… O si escuchamos a una gente tocando las chácaras y el tambor, dando ritmo y sabor gomero a la manifestación, antes de hacer un baile al más puro estilo gitano y pedirles que sigan tocando las castañuelas, observemos y disfrutemos con ese regalo que nos ofrecen, y preguntemos al muchacho que toca, si no sabemos, de donde proviene esa música y aprendamos algo nuevo de nuestra tierra.

Aprovechemos esa reflexión para darnos cuenta de nuestro consumo desmesurado y para darnos cuenta de que hay otras opciones de vida más respetables con nosotros mismos, con los demás y con el medio que nos rodea. Tan fácil como no comprar ni una bolsa más de plástico, comprar frutas y verduras que no tengan porquerías químicas en comercios pequeños donde no envasen en bandejas de poliespam ni envuelvan con plástico nada; como caminar un poquito más o coger una bici, como comprar menos y prestar más, como mirar al precioso mar que tenemos, a la gente y menos a la pantalla plana que tenemos pegada a las narices…


Lo de hoy estuvo bueno, pero démosle una vuelta de tuerca, tiremos un poquito más de la manta. ¿Nos mojamos?





No hay comentarios:

Publicar un comentario